jueves, 8 de octubre de 2009
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Para grabar las cintas magnéticas se utiliza el sistema de grabación mecánica analógica.
El casete se compone de una tira de plástico de grosor fino para que sea flexible y alargada, tanto que puede llegar a tener varios metros de longitud. Esta tira de plástico lleva una fina capa de material magnético que guardará los datos al orientarse los polos magnéticos gracias a la acción de un cabezal lector/escritor. Esta cinta está protegida por una caja rectangular y plana de plástico que tiene dos bobinas con capacidad de giro que están unidas a ambos extremos de la cinta (la tira de plástico).
El casete fue un paso adelante en conveniencia desde los magnetófonos, aunque debido a sus limitaciones de tamaño y velocidad, la calidad fue inicialmente pobre en comparación con éstos. El ancho de la cinta es de 3,81 mm, ocupando cada pista estéreo 0,79 mm. La velocidad de reproducción es de 47,6 mm/s (milímetros cada segundo), de derecha a izquierda.[5] En comparación, el típico magnetófono para uso de consumidor tenía un ancho de cinta de 6,35 mm (con cada pista estéreo ocupando 1,59 mm) y una velocidad de 95 ó 190 mm/s.
El reproductor de cintas magnéticas o casets se llamaba pletina y, si era compacto y pórtatil, walkman.
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